Knitido fue la primera empresa japonesa en fabricar calcetines de dedo. Su fundador, Takahiro Idobata, insatisfecho con los calcetines convencionales, vio los problemas que causaban en los pies: los dedos apretados, el exceso de sudor en días cálidos y la incomodidad en los fríos. En los años 70, tras recibir un par de calcetines de dedo de España, comenzó a experimentar y desarrolló una máquina para tejer este tipo de calcetines, fundando Knitglove en 1981. Aunque inicialmente fueron rechazados por los japoneses, con el tiempo, la gente descubrió sus beneficios, como la mejora de la circulación y el control del olor, y un pequeño grupo de seguidores adoptó el calzado.
En 1998, Knitido amplió su producción y en 2006 cambió su nombre a Knitido, representando la combinación de la palabra «tejer» en inglés y el apellido de su fundador. Actualmente, la marca está dirigida por la segunda generación de la familia Idobata y sigue produciendo sus calcetines en Japón, distribuidos en Europa desde Berlín. Knitido tiene una visión de futuro que incluye expandir su concepto a un estilo de vida equilibrado y saludable, con el proyecto piloto Knitido Plus, que ofrecerá un jardín de remolques, un estudio de yoga y productos de bienestar en Japón a partir de 2022.